En la escuela en la salida, la entrada, los recreos, los baños, los trabajos en equipo y el uso del celular, constituyen espacios fundamentales de socialización e intercambio altamente significativos de las culturas juveniles con las nuevas tecnologías. Algunos objetos tecnológicos como el computador y el celular se han vuelto una herramienta necesaria para la elaboración de tareas. Internet se volvió un objeto deseado en el imaginario de los jóvenes mucho antes de que pudieran acceder a él, a través de las narraciones que circulaban en el cine y la televisión. Se trata de un imaginario signado por una fuerte ilusión de control y manipulación del entorno, ya no colectiva mente como lo expresaban las utopías de los setenta, sino individualmente.
El dominio de la red es la única cuota de poder efectivo que los jóvenes experimentan, fundamentalmente en la manipulación de la realidad virtual: levantar y derrumbar un imperio en minutos en un juego de estrategia, invadir la privacidad de un compañero ingresando a su cuenta, manipular un blogg o fundar una comunidad.
La exploración del conjunto de las formas de interacción y navegación en la red de los jóvenes demuestra por una parte, que todo lo que se obtiene en la red: información, entretenimiento, competencias informáticas, nuevas relaciones, se capitaliza y se valida fundamentalmente en el mundo de las relaciones persona persona. Mucho de lo que ocurre y transcurre en Internet adquiere sentido para los jóvenes cuando pueden ejercer sus beneficios en el mundo real.
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